Algunos recursos para dejar el tabaco

Es muy común durante los primeros días del año, intentar poner en práctica los propósitos que nos hicimos al finalizar el anterior. Los más habituales son aquellos relacionados con la salud o la belleza, como adelgazar, apuntarse al gimnasio o dejar de fumar. En mi caso particular, a los 26 años mi propósito fue dejar el tabaco. Y actualmente, una vez conseguido, me apetecía compartir algunas herramientas de ayuda para dejar de fumar que fui aprendiendo durante mi proceso.

También he de confesaros, que antes de dejar de fumar “definitivamente” tuve 3 o 4 recaídas. Pero antes de contaros cómo dejé de fumar, me parece más importante que sepáis cuáles fueron los motivos por los que fallé todas las veces anteriores, entre ellos fue mi autoengaño.

Los 5 autoengaños más comunes que creemos que nos ayudarán a  dejar de fumar

1. La prohibición de alguien cercano

Tal y como indica la frase: “Prohíbe y despertarás el deseo” es suficiente que nos prohíban algo, para que tengamos más ganas de hacerlo. Por lo tanto, si queremos dejar de fumar, es importante que sea una decisión voluntaria y no condicionada.

2. Agradar a otra persona

También es totalmente normal que nuestros padres, hijos o pareja no quieran que fumemos y realmente sería un buen motivo para dejarlo. Pero igual que en el caso anterior, debería ser una decisión voluntaria, y para ello, es primordial que estemos convencidos. En el caso de no estarlo, tendremos más posibilidades de volver a fumar o de hacerlo a espaldas de nuestros seres queridos.

3. Creer que podemos dejarlo en cualquier momento

Está claro que nunca es buen momento para dejar de fumar y que siempre encontraremos mil excusas. Pero si lo hacemos en un momento álgido de ansiedad, estrés o mucho nerviosismo, será muchísimo más dificil conseguirlo.

4. Pretender dejarlo poco a poco 

Se trata de un argumento que casi todos los fumadores nos contamos para convencernos. Solemos pensar que somos capaces de fumar menos y de controlarlo, pero lo que sucede es precisamente lo contrario, que el tabaco nos controla a nosotros. Resulta que al reducir la cantidad de nicotina y el número de cigarrillos diarios, nuestro cerebro siempre estará esperando al próximo pitillo, lo cual nos generará una ansiedad todavía mayor. Y como esta situación no la podremos mantener durante mucho tiempo, muy probablemente, volveremos a fumar de nuevo.

5. Convertirnos en fumadores ocasionales

Se trata de otra falsa ilusión que nuestra mente pretende que creamos. En este caso creemos que seremos totalmente capaces de fumar tan sólo los fines de semana, en verano o en ocasiones especiales. Bajo esta convicción, empezamos dejando de comprar tabaco para obligarnos a ello. Pero cómo nos apetece, cuando llega el fin de semana o un evento, acabamos pidiendo cigarrillos a los que nos rodean. El problema surge cuando volvemos a la rutina de siempre sin tabaco. Entonces nuestro cuerpo nos reclama la nicotina a la que le hemos habituado y lo pasamos fatal. Con este método, lo único que conseguiremos es dejar de comprar tabaco durante un tiempo pero difícilmente, dejaremos de fumar.

Después de contaros todos los mecanismos de defensa que seguro que os planteará vuestro cerebro, he de deciros que dejar el tabaco no es una tarea fácil pero tampoco es imposible.

Cómo conseguí ayuda para dejar de fumar

Hace más de 15 años, después de algunos intentos fallidos y con un poco de ayuda externa, finalmente conseguí dejar fumar. A continuación os cuento cómo lo hice y qué cosas considero importantes para que podáis hacerlo de una forma menos costosa y definitiva.

Estar totalmente convencido de querer dejar de fumar

Esta premisa es fundamental. Si tenemos dudas, no funcionará.

Apoyarse en libros, ejercicios o terapias

En mi caso, he de decir que conseguí dejarlo gracias al libro “Es fácil dejar de fumar, si sabes cómo” de Allen Carr. Su lectura tiene el poder de hacer el proceso más ameno y de cambiar totalmente tu percepción sobre el tabaco. Es muy motivador así que lo recomiendo absolutamente.

Tener a mano algunos trucos para superar el síndrome de abstinencia

Este tercer punto lo he descubierto recientemente. Se trata de un artículo, publicado en un diario digital, que habla sobre estos trucos y me ha encantado. Ojalá alguien, en aquella época, me hubiera dado todas las pautas que incluye aquí. Os dejo el enlace Cómo superar el síndrome de abstinencia al dejar de fumar en el que además encontraréis un video con ejercicios de yoga para eliminar la ansiedad.

Espero que este artículo os resulte útil en este delicado momento en que buscáis ayuda para dejar de fumar. Me encantaría saber si lo habéis intentado, si os ha funcionado y qué dificultades os habéis encontrado en el camino. Podéis dejar vuestros comentarios al final del todo, estaré encantada de leerlos.