Estar aquí y ahora, es leer esta línea sin intentar leer la siguiente, evitar la tentación de adivinar el contenido mirando los subtítulos y por supuesto, no ir hasta el final para ver lo largo que es el artículo.

Disfruta de la lectura, intenta extraer tus propias conclusiones y verás cómo consigues mantenerte en el presente, al  menos por 1 minuto.

Distracciones que nos alejan de estar aquí y ahora

El primer paso es reconocer aquello que nos separa del momento presente, así que vamos a ver qué puede ser.

Desde mi punto de vista, lo que nos separa de estar en el presente es algo que además también nos distingue de los animales ¿Sabéis lo que es? Se trata de la mente o pensamiento racional.

La mente racional tiene un distractor principal y universal, que son las preocupaciones y estas a su vez pueden ser de 2 tipos:

  • Pensamientos sobre el futuro
  • Pensamientos sobre el pasado

Teniendo en cuenta que la preocupación podría definirse como, ocuparse de algo antes de que ocurra o pensar en el futuro (Tiempo en el que nunca hemos estado) así como ocuparse de algo que ocurrió en el pasado (Tiempo al que no podemos volver) ¿Por qué perdemos tanto tiempo y energía en ello? ¿Por qué no nos ocupamos de lo que está ocurriendo ahora?

El secreto para mantenerse en el presente

Una vez identificados los distractores, el siguiente paso será ejercitar la forma de volver al momento presente

¿Qué es lo que nos ocurre cuando nos ocupamos de algo que va a ocurrir en un futuro? Que nuestra mente se acelera ya que tiene la difícil tarea de plantearnos todas las soluciones posibles a nuestro problema en cuestión. Lo que ocurre es que estas soluciones, no se están planteando ni en el momento oportuno, ni desde la  perspectiva correcta.

Reflexionemos. Si nos estamos adelantando al futuro basándonos en experiencias del pasado, lógicamente estaremos siendo incongruentes. Y ese desajuste entre tiempo y forma, es lo que nos producirá la inquietud, los nervios, el insomnio y la ansiedad.

Tal y como decía mi profesor de yoga, si estás ante un problema que tiene solución ¿De qué te preocupas? Y si estás ante un problema que no tiene solución ¿De qué te preocupas? En ambos casos, estás ante una certeza en la que no cabe la preocupación.

Recuerda esto siempre que te surja cualquier problema.

Dime ¿Crees que has conseguido estar aquí y ahora?

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