Cómo me rompí las 2 manos a la vez

Durante el verano de 2016 experimenté lo que significa romperse las 2 muñecas a la vez. Me ocurrió mientras hacía Crossfit, me encontraba en el box, haciendo unas dominadas con balanceo y como iba con mucho impulso, resbalé y caí hacia atrás.

Qué se siente al romperse las 2 muñecas

Al caer, apoyé las dos manos en el suelo, acto reflejo para evitar romperme el culo. En aquel momento no oí ni sentí ningún crujido, sólo el golpe en el trasero y en la mano derecha. Pero cuando fui a levantarme, noté las manos entumecidas y sin fuerza.

Inmediatamente mis compañeros vinieron ayudarme pero por las caras que vi, la cosa no iba muy bien. Todos me miraban asustados y yo pensaba: ¡Que exagerados! Si sólo me he caído. Y la verdad es que no sentía dolor, sólo un poco de quemazón e inmovilidad en los dedos.

Cómo fue la experiencia en el hospital

Llegamos al hospital alrededor de las 12 del mediodía. En la sala de espera de urgencias había más de 25 personas. Así que pensé: ¡Aquí me dan las 6 de la tarde seguro!. Y cuál fue mi sorpresa cuando en cuestión de 5 minutos me llamaron. Me visitó una enfermera que me miraba extrañada preguntándome: ¿No te duele? Y yo le respondía: No, no mucho, es más como si quemara que dolor en sí. Pero ella seguía mirándome sorprendida.

Recuerdo que debido al calor, empecé a sentirme mareada, así que me tumbaron. Poco después me llevaron a radiología para hacerme placas y estando allí con mi chico, recuerdo cómo me miraba con cara de lástima. Yo trataba de animarle diciéndole: tranquilo que ya verás como no es nada. Realmente estaba convencida de ello.

Entramos de nuevo a la sala de curas y entonces me visitó la traumatóloga. Había llegado el momento de la verdad, según las radiografías era una fractura de las 2 muñecas. En la izquierda la rotura era limpia y en la derecha, había rotura con desplazamiento. Me dijo que tenía que reducirme la fractura desplazada para ponérmela en el sitio. Me pinchó varias veces y cuando la anestesia hizo efecto, al menos 3 o 4 personas me inmovilizaron para que la doctora pudiera estirar fuerte de mis dedos y brazo derecho hasta reducir la fractura. Sentí mucha presión pero, sorprendentemente, el dolor seguía siendo soportable. Mientras me escayolaban, yo me sentía como una niña pequeña, viviendo todo aquello por primera vez como si de una aventura se tratase.

Cómo me enfrenté a la inmovilización

Una vez escayolada, me dejaron aparcada con mi silla de ruedas en el pasillo. Miré mis dos brazos escayolados, comprobé la casi nula movilidad y en aquel momento me di cuenta de que no iba a poder valerme por mi misma en mucho tiempo. Fue en ese punto cuando fui consciente de la situación y se me vino mundo encima.

Iban a ser 5 semanas muy largas y me habían dado muchas instrucciones. Tendría que mover los dedos continuamente para evitar el entumecimiento, tener los brazos hacia arriba el mayor tiempo posible. Incluso para dormir, tendría que hacerlo boca arriba y con 2 cojines a los lados. Evitar coger nada con las manos, sobre todo con la derecha porque si se me desplazaba de nuevo tendrían que operarme. En mi favor, he de decir que cumplí todas ellas a rajatabla y me fue genial. Tanto es así que al final no tuve que pasar por quirófano.

Qué sentimientos tuve durante las primeras horas

♦ Preocupación: porque mi mente se anticipaba, sólo pensaba en todo lo que tenía que hacer y no iba a poder. Recuerdo que lo que más me angustiaba en aquel momento era hacer mis necesidades y no poder limpiarme sola. ¡Dios mío que desastre! ¡Con lo pudorosa que soy! Pensaba yo. También me inquietaba mucho todo el trabajo que se me iba a acumular en la oficina y las mil tareas diarias de la casa que tampoco podría hacer durante 2 meses. Una situación muy difícil de encajar.

♦ Ansiedad: Esta es la peor parte, porque cuando ves que no te puedes valer por ti mismo sientes que te ahogas. Cuando no puedes dormir porque te presiona la escayola, te falta el aire. Y cuando ves no puedes ni siquiera coger un papel con los dos dedos porque se te cae, es frustrante. Pero yo encontré una solución relativamente sencilla, tomaba hasta 5 tilas diarias y la verdad es que funcionaba. También fue muy útil, estar acompañada la mayor parte del tiempo y ver un montón de películas y series que me ayudaban a ocupar la mente. Una vez pasada la primera semana, las escayolas dejaron de oprimir y la sensación de ahogo fue desapareciendo.

♦ Momentos cómicos: Aunque parezca mentira, se dan situaciones cómicas, por ejemplo cuando te dan de comer y se te caen las cosas de la boca. O cuando tu chico intenta la tarea casi imposible de colocar en el lugar correcto el sujetador, el tanga o el tampón. Y cuando él te lava el pelo con tanto ímpetu que luego no hay forma de desenredarlo. ¡Jajaja! Todavía sonrío al recordarlo.

Qué aprendizaje obtuve de la experiencia

Romperse las 2 muñecas a la vez es una de las peores lesiones que podemos tener, ya que sin las manos no somos nada. Así que si la vida me puso aquella prueba fue para mostrarme 4 grandes aprendizajes:

♥ Que debemos conocer nuestros límites. Normalmente vamos tan acelerados que nos pasamos de la ralla, así que la única forma que tiene la vida de enseñárnoslos es, frenándonos drásticamente a través de este tipo de vivencias.

♥ Que es necesario dejar de controlar. Cuanto más controlamos, más perdemos el control de nosotros mismos, así que el aprendizaje radica en soltar el control, dejándonos llevar y dejándonos ayudar por los demás.

Que tenemos que valorar nuestra salud y nuestra autonomía siempre y no sólo cuando las perdamos.

♥ Que existe el amor incondicional. Ese amor vendrá de aquellos que permanezcan a nuestros lado a pesar de la adversidad.

Si quieres saber algunas técnicas para reducir el tiempo de la escayola, como hacer la rehabilitación para recuperar completamente la movilidad o como influye la alimentación en las lesiones te interesará mucho leer este artículo:

Secretos para recuperarse antes de una lesión

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Y también te dejo un vídeo muy útil que te ayudará con la rehabilitación y que a mi me sirvió mucho:

 

 

Y si estás pasando por una situación similar o te surge alguna duda, no dudes en escribirme.